miércoles, 12 de diciembre de 2012

SOMONTE: TIERRA Y LIBERTÁ

La Junta de Andalucía (JA) decidió sacar a subasta las tierras de la finca de Somonte. Aproximadamente 22.000 hectáreas de titularidad del IARA, (Instituto Andaluz de la Reforma Agraria) extinguido desde el 31 de diciembre de 2010, por Decreto-ley 5/2010. Pero algunas gentes de la zona han decidido otro destino para esas tierras en desuso.


La finca Somonte se encuentra cerca de la ciudad de Palma del Río (Córdoba) y es de titularidad del IARA, y por tanto de titularidad de la Junta de Andalucía, que la tenía en un completo abandono. Apenas generaba un puesto de trabajo para el guarda, y algunas peonadas muy concretas para arar la tierra y cultivar cereal (a pesar de, supuestamente, estar en un proceso de conversión de cultivo tradicional a ecológico). En mitad de la actual coyuntura social en la que nos encontramos, la Junta, en lugar de poner esta tierra a disposición de los jornaleros y las jornaleras en paro de la zona, anuncia en el BOJA núm. 174 de 5 de septiembre de 2011 (páginas 23 y 24) la subasta pública de la finca. La finca Somonte esta formada por dos parcelas, una Parcela de regadío de 27,76 hectáreas que sale a subasta por un monto de 336.776 euros, y una parcela de secano de 359,58 hectáreas que sale a subasta por un importe de 4.749.481 euros. Un monto económico total que da mucho que pensar, como nos transmitía el pasado 10 de diciembre Lola Álvarez (una de las personas que trabaja la tierra en Somonte, y dirigente del SAT), “es vergonzoso que se especule con la tierra, pero que encima lo haga la Junta de Andalucía ya es indignante”.¿Quién puede comprar a la Junta de Andalucía por este precio?, es decir (para que no haya mal entendidos), ¿Quién puede comprar la titularidad de esta tierra por más de 5 millones de euros? En Andalucía sabemos bien quienes son estos individuos, y no precisamente hablamos de esas personas que trabajan la tierra con las manos y la riegan con el sudor de la frente.
El pasado 5 de marzo la finca Somonte salía por tercera y última vez a subasta. Cuando el único condicionante que pone la Junta es “al mejor postor”, ¿quién puede realmente acceder a esta subasta? Para impedir esta injusta e inmoral especulación de la tierra, un grupo de jornaleros, jornaleras, integrantes del SAT, vecinos y vecinas de los pueblos aledañosrecuperaron para el pueblo la finca Somontes, ocupándola el 4 de marzo, un día antes de que saliese a subasta. Desde ese momento comenzaron un proceso de transformación del uso de la finca con la creación de huertos, gallinero, preparación del terreno para la siembra de huertos, olivos, en definitiva devolviéndole la vida, pues la tierra sin vida es suelo y no tierra.
La posibilidad de especular con la tierra es realmente tentadora, por lo que el 26 de abril se desaloja Somonte por la Guardia Civil. Pero si tentador es el lucro que puede producir la venta de esta finca, mucho más tentadora es la posibilidad de trabajar la tierra y vivir dignamente. Por lo que al día siguiente fue vuelta a ocupar por los jornaleros y jornaleras. Fue tal la repercusión mediática que tuvo Somonte, que la Junta paralizó la venta de las tierras del IARA, aunque para ese momento casi la mitad de las 22.000 hectáreas sacadas a subasta habían sido ya vendidas.
“La intención”, como nos decía Lola Álvarez hace unos días, “es la autogestión, la reforma agraria por la que tanto hemos luchado, trabajar la tierra entre todos, y no depender de ningún patrón. Queremos sembrar, manipular los productos, pues esto genera mano de obra, y así se aprovecha la infraestructura que hay en Somonte”. En Somonte se trabaja la tierra y la intención es que estas den trabajo a cuantas familias pueda mantener la tierra (se estima que a más de 300 personas). Actualmente en la finca hay huertos, cuya verdura se vende en diferentes lugares como “La tejedora, el Mercao Social de Córdoba”; también se han sembrado olivos, y se tiene prevista la siembra de frutales, de trigo y girasol ecológico. Estos cultivos sociales además de generar trabajo son de producción ecológica. Dentro del proyecto se contempla el respeto por la naturaleza, por eso están reforestando las lindes, y arroyos que hay en la finca. Se ha hecho con una campaña con apoyo de cooperativas de Francia y Suiza, a través de las cuales se han conseguido plantas autóctonas para estas reforestaciones.
La tierra no tiene dueño, aunque algunos ostenten su titularidad. La tierra es para trabajarla, no para hacer negocios millonarios con ella. Los jornaleros y jornaleras de Somonte no piden la titularidad de la finca sino el derecho al uso de la tierra. El 4 de marzo comenzó el proceso de lucha del pueblo por alcanzar el derecho a trabajar la tierra de Somonte.


Para terminar Lola nos decía, que en este camino recorrido han aprendido que hay muchas personas hartas, cansadas del sistema, muchas más de las que nos imaginamos y que Somontes nos enseña que hay otras formas de hacer las cosas, y esta es una de ellas.
https://www.diagonalperiodico.net/andalucia/somonte-tierra-y-liberta.html