martes, 10 de junio de 2003

Calcetines en la Basura

"Calcetines"

Anoche mientras hablaba por telefono me distraía mirando una bolsa de ropa que habían depositado junto a un contenedor de basura, mientras hablaba vi como dos niños de unos nueve años se detenían y admiraban aquel tesoro que habían descubierto. Se repartieron varios calcetines, que no dejaban de tocar sin apenas salir de su asombro. Se sentaron y al quitarse los zapatos obserbe unos ennegrecidos pies, que no tardaron en cubrir con aquellos maravillosos calcetines, que tanto les hacía sonreir. Mire mis pies y comprendí que nunca le había dado tanta importancia a mis calcetines. Claro, a mi nunca me han faltado.
Somos afortunados por tener la vida que tenemos, y en lugar de sonreir y disfrutarla no paramos de quejarnos por cosas que apenas tiene importancia. Nos quejamos porque la comida está fria, mientras que hay niños que no comen todos los días; nos quejamos porque queremos unos zapatos nuevos, mientras que hay niños descalzos; salimos del coche como locos gritandole a un pobre niño que solo intentaba ganarse unas monedas limpiando el parabrisas. Nos quejamos de quien nos pide una monedita. Pero en que queremos convertir este mundo. Es muy triste que la gente pase dificultades, pero más triste es que volvamos la espalda a quien las pasa. Porque no consiste en dar lo que nos sobra sino en compartir lo que tenemos. Porque a nadie le sobra el dinero, pero siempre podemos compartir unas moneditas con quien las necesita, y siempre podemos compartir una sonrisa con quien la espera. Porque no ahi nada tan bonito como compartir, ni nada tan sincero como la sonrisa del que recibe.

Córdoba 10/06/2003

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