El pasado martes ocho de diciembre un grupo de personas de Córdoba, Sevilla, País Vasco, Cataluña, Albacete, Madrid, etc. nos manifestamos frente al Muro de la Vergüenza del Sahara Occidental por el derecho del pueblo saharaui de ser libre y en apoyo de la defensora de los Derechos Humanos Aminetu Haidar. Este muro, custodiado por más de 140.000 soldados del ejército marroquí, con sus más de 2.600 kilómetros de longitud constituye el mayor muro del planeta y una de las zonas con mayor número de minas antipersona aún en conflicto.
El gobierno español traicionó al pueblo saharaui con la firma de los ilegales Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que regaló el Sahara Occidental con sus habitantes dentro. Y ahora vuelve a traicionar la causa saharaui acogiendo los “elementos no gratos” para la monarquía alauita (más concretamente: personas. Porque al gobierno español parece habérsele olvidado que con lo que esta negociando es con seres humanos). Esta doble traición sólo es posible si se reúnen dos factores o condiciones previas, por un lado un gobierno opresor que no respeta la Declaración Universal de los Derechos Humanos ni la legalidad internacional; y en segundo lugar un gobierno sumiso, sin dignidad y en decadencia (no hace falta aclarar el rol del gobierno de Rabat ni el de Madrid). Este gobierno sumiso es el mismo que se jactaba de criticar y que gano las elecciones que los llevaron al poder porque sus antecesores nos llevaron a una guerra sin a su pueblo que salió a la calle a gritar “No a la Guerra”. Ahora el pueblo volvió a salir a la calle y son ellos los que olvidaron su deber de escuchar.
Aquí en los Campamentos Saharauis de Tinduf (Argelia) nos hemos manifestado en cada wilaya por Aminetu Haidar y por el derecho del pueblo saharaui a no ser olvidado. Ha llegado el momento de que todas las organizaciones sociales se unan para apoyar la resistencia pacifica del pueblo saharaui encarnada hoy en Aminetu, y que esta movilización colectiva no se detenga hasta que aminetu regrese al Sahara Occidental y España asuma su responsabilidad y reconozca a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD).
Hay momentos en los que puedes llegar a darte vergüenza de donde vienes, hasta que escuchas la voz de un o una saharaui que te dice: “nosotros sabemos quienes son el pueblo y quienes los gobiernos”. Nunca llegaré a entender el afán del gobierno español, con Zapatero y Moratinos a la cabeza, por pasar a los libros de historia como los verdugos del pueblo saharaui, y esperemos que nunca consigan autoproclamarse como los asesinos de Aminetu Haidar (a pesar de los esfuerzos que estan haciendo por conseguirlo). Esta situación, injustamente alargada en el tiempo, lo que necesita no son nuevos intermediarios sino la verdadera solución que todos/as conocemos.
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